Guía de baccarat

Cuando vas al casino y ves la ruleta, la mesa de poker y las máquinas tragaperras, el baccarat no suele ser una prioridad.

En materia de juegos de casino, el baccarat es uno de los menos conocidos; de hecho, mucha gente ni siquiera ha oído hablar de él y son pocas las personas que pronuncian bien su nombre (la «t» final es muda). El baccarat vive a la sombra de otros juegos de cartas más conocidos, como el poker o el blackjack.

A pesar de todo, es muy divertido. Sus reglas son relativamente sencillas, puedes jugarlo con los amigos y presenta algunos giros y sorpresas inesperados.

Si has visto partidas de baccarat online o en persona, te invitamos a que aprendas su funcionamiento. Esta guía ofrece una explicación detallada del juego y aclara por qué es tan popular entre algunos jugadores de casino. Incluye información sobre su historia, sobre las diferentes modalidades que pueden encontrarse y sobre aquello en lo que hay que fijarse a la hora de jugar.

Cuando hayas leído la guía, ya podrás probar el juego; y si no quieres arriesgar tu dinero, puedes jugar al baccarat online gratis.

Continúa leyendo y descubre todo lo necesario del juego que ha atraído a ilustres figuras como Napoleón o James Bond.

¿Cuál es la historia del baccarat?

Si te gustan los relatos históricos, el baccarat esconde una historia con tintes dramáticos. Según la leyenda, las vírgenes de la Antigua Roma debían tirar un dado de nueve caras para decidir su destino: si sacaban un 8 o un 9, se convertían en sacerdotisas; si sacaban un 6 o un 7, seguían con su vida; pero si sacaban menos de un 6, eran ahogadas en el mar.

Afortunadamente, en la actualidad el juego ya no es tan dramático, ya que ahogar a los clientes no es un buen reclamo para los casinos; sin embargo, la leyenda tiene sentido si nos fijamos en las reglas, solo que el jugador pierde la partida, y no la vida, si saca menos de un 6.

Se dice que, Felix Falguiere, un italiano que vivió en el siglo XV, tomó estas simples reglas y las combinó con elementos de otros juegos, como el Macao o Le Her. Es probable que fuera él quien bautizó el juego con el nombre de «baccara», una palabra que en italiano antiguo significaba cero: la mayoría de las cartas del juego no tienen valor.

Cuando el juego se extendió por Francia gracias a los soldados que volvían a casa, se añadió la letra «t» al nombre del juego, lo que ha perdurado hasta nuestros días. El baccarat fue un pasatiempo muy popular entre la nobleza francesa, especialmente en el siglo XVIII, cuando lo jugaba hasta el mismísimo Napoleón. Se desarrolló una variante denominada «baccarat banque» a la que hoy en día se sigue jugando.

1907 fue un año importante para el baccarat. Fue entonces cuando Francia legalizó las apuestas en los casinos y allanó el camino para la difusión del baccarat entre el gran público. La popularidad del juego propició que nacieran nuevas variantes, como el chemin de fer y el punto y banca, que explicaremos más adelante.

A su popularidad contribuyó también que fuera inmortalizado en las películas de James Bond, en las que era el juego preferido del agente 007. Aunque no es tan conocido como la ruleta o el blackjack, casi todos los casinos cuentan con una mesa de baccarat, incluidos los casinos online. Si quieres aprender a jugar, continúa leyendo y descubre todo lo que necesitas saber.

¿Cuáles son las reglas del baccarat?

Juegues a la versión que juegues, todas tienen una serie de reglas básicas en común.

En primer lugar, es importante entender el objetivo principal del juego: predecir qué mano se acercará más a 9 (si la de la banca o la del jugador) o si habrá empate.

Nota importante: el jugador debe apostar por el resultado antes de que se repartan las cartas, lo que convierte al baccarat en un juego de azar puro y duro.

Una vez realizadas las apuestas, la banca y el jugador designado reciben sus manos, formadas por dos cartas cada una. Para calcular el valor total de la mano, el juego emplea el sistema siguiente:

Tipo de carta Valor
Figuras (es decir, K, Q y J) y 10 0
As 1
Resto de cartas Su valor nominal

Si la suma de las dos cartas es superior a 9, se resta 10 del total y se calcula el nuevo resultado.

El ganador es aquel que se acerque más a 9 (la banca o el jugador), aunque existe la posibilidad de que se produzca un empate. Los jugadores sentados alrededor de la mesa ganan o pierden en función de la opción por la que hayan apostado.

A continuación, te presentamos algunos escenarios posibles:

  1. Jugador = 5 + As = 6
  2. Banca = 9 + 9 = 18 (menos 10) = 8

    Gana la banca: todos los jugadores que hayan apostado por la banca ganan sus apuestas; el resto pierden.

  3. Jugador = 2 + 3 = 5
  4. Banca = K + Q = 0

    Gana el jugador: todos los jugadores que hayan apostado por el jugador ganan sus apuestas; el resto pierden.

  5. Jugador = 8 + 7 = 15 (menos 10) = 5
  6. Banca = 2 + 3 = 5

    Empate: todos los jugadores que hayan apostado por el empate ganan sus apuestas; el resto pierden.

Regla de la tercera carta en baccarat

Algunos casinos tienen una regla por la cual la banca reparte una tercera carta cuando ninguna de las manos presenta una suma total de 8 o 9, aunque la regla varía en función del casino. Sea como sea, el número máximo de cartas que se pueden recibir es tres. Los casinos deberían ofrecer siempre una descripción detallada de las reglas del juego, para que sepas exactamente si existe una tercera carta y en qué casos se reparte.

Resumen de los pagos del baccarat

Hablar en general de los pagos del baccarat no es muy acertado, ya que, como ocurre con algunas de las reglas, varían de un casino a otro.

Sin embargo, lo habitual es que la mano ganadora del jugador se pague 1 a 1: es decir, si apuestas 20 $ y ganas, te llevas 20 $ de beneficio (un total de 40 $).

La mano ganadora de la banca también se paga 1 a 1, pero a menudo hay que descontar una comisión. Es decir, si la comisión es del 5% y apuestas 20 $, te llevarás 19 $ de beneficio (20 $ menos 5%), para un total de 39 $.

Como es menos probable que se dé un empate, ello se refleja en los pagos. Por lo general, se aplica una cuota de 8 a 1, por lo que si apuestas 20 $ y ganas, obtendrías 160 $ de beneficio (un total de 180 $).

¿Existen diferentes tipos de baccarat?

La larga historia del baccarat ha permitido que surjan diferentes variantes del juego, a menudo relacionadas con el país donde se juegan.

El chemin de fer, por ejemplo, se juega típicamente en Francia y se remonta a la era napoleónica. Se diferencia del baccarat tradicional en que permite que el jugador tenga más influencia sobre el juego, ya que puede mezclar y repartir las cartas, cosa que normalmente hace la banca, y, lo que es más importante aún, puede decidir si quiere una tercera carta o no. Ello permite usar una estrategia, pero su eficiencia es muy limitada, ya que hay muchos elementos que escapan del control del jugador.

Una versión parecida al chemin de fer es el baccarat banque, con la diferencia de que es el jugador con más dinero el que ejerce de banca, lo que da más poder a los jugadores.

El punto y banca, por su parte, lo deja todo al azar y se acerca más a la modalidad tradicional que hemos explicado anteriormente. Se trata de la versión estadounidense del juego, probablemente importada por los inmigrantes de habla francesa que llegaron al país en el siglo XIX. El punto y banca es la variante más común del baccarat y la que más probablemente encontrarás en un casino online.

Nota: la era digital también ha servido para crear diferentes entornos de juego para el baccarat. Todos conocemos el baccarat online, al que podemos jugar desde la comodidad de nuestro hogar, pero también existen versiones aptas para teléfono o tableta, e incluso las hay que combinan la experiencia en directo con la comodidad del sofá: el baccarat online con crupier en vivo. De nuevo, las reglas pueden variar entre un juego de baccarat online y otro, así que es importante leerlas antes de empezar a jugar.

¿Qué estrategia se puede seguir para jugar al baccarat?

En lugar de hablar de las estrategias que podemos seguir, quizá sería mejor centrarse en aquellas que no deberíamos usar, o que quizá solo deberíamos usar para divertirnos y no con la idea de ganar dinero.

El motivo es que el baccarat es un juego totalmente de azar, por lo que carece de sentido usar estrategias basadas en las matemáticas. Cada partida depende de la suerte, y poco podemos hacer al respecto.

Algunos jugadores usan «tácticas» a la hora de jugar, buscando algún tipo de patrón o tendencia. Estas tácticas intentan predecir un resultado futuro a partir de resultados pasados, y responden a nombres que quizá nos den una idea de lo poco serias que son: placa de cuentas, camino grande, chico de ojos grandes, camino pequeño y cucaracha.

Como probablemente ya sabrás, predecir el futuro sobre la base de resultados pasados en un juego de azar carece totalmente de sentido y puede resultar hasta peligroso. Cada resultado es independiente, y fiarse de posibles tendencias es un ejemplo de la falacia del jugador, un falso razonamiento que consiste en pensar que, como ya se registró un suceso en el pasado, existen menos probabilidades de que se repita en el futuro. Aunque puede ser divertido, te recomiendo que no apuestes dinero al baccarat usando análisis de tendencias.

Existe un planteamiento respecto al baccarat que podría considerarse una estrategia sensata, tanto que la recomiendo para cualquier modalidad de juego en general. Los principios de juego responsable son consejos diseñados para reducir las apuestas al ámbito del entretenimiento y no usarlas como un método para ganar dinero. También sirven para evitar caer en los hábitos destructivos de la ludopatía.

Sirvan de muestra estos tres ejemplos:

  1. Apuesta solo el dinero que puedas permitirte perder.
  2. No apuestes para intentar recuperar las pérdidas.
  3. No combines el juego con el alcohol o las drogas.

Estos consejos pueden parecer de sentido común, pero la mayoría de los ludópatas no los siguen. Sin embargo, son la mejor opción para no liquidar tu saldo bancario, ya que los jugadores que se ciñen a los principios de juego responsable no pierden tanto dinero como aquellos que los obvian.

¿Qué juegos son comparables al baccarat?

El baccarat es un juego de mesa de casino, por lo que suele aparecer en la misma categoría que la ruleta, el poker o el blackjack, a pesar de ser totalmente diferente.

La gente a menudo compara el baccarat con el blackjack porque ambos se juegan con cartas sobre una mesa, pero el blackjack es más un juego de habilidad con una estrategia básica que puede acercarnos un poco a la victoria.

El baccarat no es tan popular como otros juegos de casino, pero su estatus de juego «nicho» hace que triunfe entre ciertos tipos de jugadores. A pesar de todo, es muy entretenido y emocionante, ya que nunca se sabe qué pasará. Además, no es necesario jugar con dinero: existen muchos juegos de baccarat gratuitos que se pueden probar online, lo cual resulta muy útil para aprender bien las reglas sin arriesgar dinero.

¿Por qué jugar al baccarat?

Los juegos de cartas son muy populares. El motivo de que haya tantos juegos diferentes es porque son una buena manera de divertirse y socializar, y el baccarat no es ninguna excepción. En lugar de tomarnos el juego muy a pecho, deberíamos verlo como un pasatiempo; al fin y al cabo, ¡nadie va a acabar como las vírgenes de la Antigua Roma!

El baccarat destaca por ser un juego sociable que permite reunir a mucha gente alrededor de la mesa. Si nos centramos en el componente ocioso, en lugar de querer ganar dinero a toda costa, el baccarat ofrece una experiencia de juego muy agradable.

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