¿Cómo funcionan las tragamonedas online?
Ya sea por el tintineo de las monedas de las tragaperras con brazo de Las Vegas, o por la música pegadiza de las versiones online, las tragamonedas son una de las primeras cosas que nos vienen a la cabeza al hablar de juegos de azar.
Las estadísticas no hacen sino reforzar esta teoría: actualmente las tragamonedas generan la mayoría de los ingresos de los casinos presenciales, según los académicos (Dow Schüll (2012), Boylan (2016)), y los avances en la tecnología del juego han permitido que sus primas virtuales se conviertan en la joya de los mejores casinos online.
Debido al papel cada vez más importante que desempeñan las tecnologías en nuestras vidas, las tragaperras online ya compiten en igualdad de condiciones, y probablemente superan, a sus equivalentes presenciales en lo que respecta a variedad y popularidad. Nunca habíamos tenido tantos títulos virtuales y los casinos online han convertido las tragamonedas en la piedra angular de sus campañas promocionales.
Si estás pensando en probar uno de estos juegos por primera vez, o incluso si eres un veterano de las tragaperras, te conviene comprender cómo funcionan y las ventajas y peligros a los que te enfrentas al jugar. Esta guía pretende llenar las lagunas de tu conocimiento sobre las tragamonedas.
Índice:
¿Cuál es la historia de las tragaperras?
Si quieres conocer los orígenes de las tragamonedas, tendrás que retroceder muchos años, hasta la década de 1890 en los Estados Unidos, para ser concretos. Fue entonces cuando empezaron a aparecer las primeras máquinas de juegos de azar en los bares de Nueva York. Los jugadores podían introducir una moneda de cinco centavos, tiraban de la palanca, recibían una mano de poker aleatoria y en función del resultado obtenían un premio.
Charles Fey fue un poco más allá con esta idea al inventar la famosa máquina Liberty Bell que tenía un mecanismo más sencillo que sustituía las cartas por carretes de símbolos y pagaba un premio cuando coincidían tres símbolos consecutivos de Liberty Bell (la campana de la libertad). Unos símbolos que, por cierto, aún podemos ver en los juegos actuales.
Durante varios años se prohibieron estas máquinas en California debido a su naturaleza adictiva y se aprobaron varias leyes antijuego. Sin embargo, ello no impidió que se extendieran a otros estados, junto con varias copias. Una de ellas, la Operator’s Bell, ofrecía chicles con sabores de fruta como premio para esquivar la ley, lo que llevó al uso de símbolos de frutas, que permitían que el jugador supiera qué había ganado. Así nació la máquina de frutas y los juegos más clásicos que aún crean muchos desarrolladores de la actualidad debido a la gran demanda que hay.
Sin embargo, las tragaperras no se limitaron a usar máquinas de frutas. A principios de la década de 1960, Bally Manufacturing Co. creó Money Honey, la primera máquina totalmente electromecánica y que incluía un pago automático de 500 monedas cuando obtenías el bote. El atractivo del dinero, combinado con la facilidad de uso, atrajo a más y más jugadores hasta que las tragaperras se convirtieron en juegos ubicuos en templos como Las Vegas y Atlantic City.
Fue justamente el Las Vegas Hilton donde se estrenó la primera tragamonedas de vídeo en 1976 y se convirtió en todo un éxito en la capital mundial del juego. IGT fue la primera empresa que empezó a producir en serie estas máquinas al cabo de un par de años para distribuirlas por todo Estados Unidos.
A medida que progresaba la tecnología, también lo hacían las tragamonedas. El gran salto de las máquinas presenciales a internet se produjo a finales del siglo pasado, cuando Microgaming lanzó Cash Splash en 1998. Los gráficos eran muy toscos y la mecánica muy sencilla, pero supuso el inicio de una revolución.
En lo que llevamos de siglo XXI, las tragamonedas han evolucionado rápidamente y ya hay muchas versiones de vídeo que ofrecen gráficos inmersivos que recuerdan a los de un juego de PS4 o Xbox One. Ahora los jugadores pueden elegir entre cientos de miles de títulos que abarcan todos los temas imaginables... y alguno más.
¿Cuál es la diferencia entre las tragaperras tradicionales y las online?
Es fácil caer en la tentación de pensar que las tragamonedas presenciales y las virtuales no tienen nada que ver, sin embargo tienen mucho en común, algo lógico si pensamos que siempre han imitado las versiones tradicionales.
Lo más importante es que recuerdes que los juegos online y presenciales más acreditados utilizan la misma tecnología para asegurarse de que los jugadores reciben un trato justo. Se conoce como generador de números aleatorios (RNG) y se trata de un mecanismo que funciona sin sesgo y que no recuerda las apuestas anteriores, por lo que siempre tendrás las mismas probabilidades de ganar. Tanto los juegos presenciales como los virtuales están sujetos a una legislación muy similar, según el país en el que se encuentren o la autoridad licenciadora de la que dependan.
También encontrarás muchas tragamonedas online que incorporan funciones y diseños clásicos de juegos tradicionales, como las frutas, los símbolos del 7 y de las campanas mencionados antes. Suelen utilizar un sistema de pagos y entre tres y cinco carretes. Sin embargo, las mayores diferencias entre ambas opciones se producen en el diseño del juego, ya que las tragamonedas virtuales ofrecen un número de opciones mucho más amplio.
Para empezar, el amplio abanico de temas que tienes a tu disposición en las tragamonedas de internet es abrumador y simplemente es imposible jugar a todas ellas. Puedes encontrar juegos de todo tipo, desde cerdos karatecas a unicornios armados con ametralladoras, mientras que en las tragaperras de tu zona solo encontrarás un puñado de temas.
Esta gran variedad de temas y avances en la tecnología significa que también puedes encontrar juegos con gráficos asombrosos. Las tragamonedas de vídeo ofrecen argumentos elaborados y secuencias cinemáticas que te sumergen en un mundo virtual hasta tal punto que a menudo se las compara con los videojuegos de hace unos años. No obstante, algunos jugadores consideran que la mecánica inmersiva y los efectos especiales no son tan cálidos como el ambiente que se produce con la gente en un casino presencial.
Los juegos online también ofrecen funciones más elaboradas. Las tragamonedas megaways son el ejemplo perfecto, ya que en ocasiones ofrecen más de 100.000 combinaciones ganadoras por spin, mucho más que las 20-40 líneas de pago habituales en las máquinas presenciales. Las tragaperras de internet también tienen más funciones, entre las que se incluyen los botes progresivos que aumentan con cada apuesta realizada, lo que puede llegar a crear premios astronómicos. Asimismo, estas tragaperras también suelen tener una RTP más alta, aunque no siempre es así.
Asimismo la tecnología HTML-5 ha transformado la forma en que la gente juega por internet, ya que ahora puedes jugar en casinos adaptados para móviles mientras viajas, por ejemplo, lo que significa que puede aumentar el tiempo de las sesiones de juego, así como el dinero gastado, en comparación con los casinos presenciales.
Los casinos presenciales también se benefician de herramientas promocionales que no encontrarás en los juegos tradicionales. La gran competencia que existe entre los casinos virtuales te permite jugar gratis a las tragamonedas antes de gastar tu dinero y también puedes aprovechar los bonos para aumentar tus probabilidades de ganar premios en efectivo. Ambos son métodos útiles que emplean los casinos para atraer a nuevos clientes y, además, gozan del favor de los jugadores.
Sin embargo, las ventajas de los casinos online que hemos comentado tienen un gran inconveniente: cuanto más fácil es jugar a un juego, más fácil es gastar el dinero. Si a esto le añadimos que gastar dinero electrónico resulta mucho más sencillo que desprenderse de monedas y billetes (la mayoría de los casinos online ofrecen muchos métodos de pago electrónico), comprenderás por qué los juegos de casino virtuales han contribuido al auge de la ludopatía. Además, los jugadores de internet suelen estar encerrados en su casa, aislados de las amistades preocupadas que pueden percibir los síntomas y ofrecer ayuda. Por este motivo es muy importante que sigas las prácticas de juego responsable al jugar en internet.
En resumen: si bien ambos tipos de juegos nacieron del mismo concepto, las tragamonedas online han evolucionado de tal manera que deberíamos considerarlas unos juegos muy distintos, en un sentido positivo y negativo. Por ello es de vital importancia disfrutar de los beneficios que tienen, pero siguiendo siempre unos hábitos de juego saludable.
¿Qué significan términos como RTP y varianza que veo a menudo en las descripciones de las tragamonedas?
Si buscas la mejor experiencia de juego, es esencial que comprendas cómo funcionan la RTP (ganancia de jugador) y la varianza.
Los casinos online tienen un objetivo: generar beneficios. Para que esto ocurra, tienen que asegurarse de que podrán ganar dinero con sus juegos, algo que consiguen gracias a la ventaja de la casa, una ventaja matemática por ronda que incorpora la mecánica del juego y que se expresa como porcentaje del importe total de apuesta.
Si el casino se queda con el margen de la casa, el resto de la apuesta es lo que el jugador puede esperar ganar en el mismo período de tiempo. Esto es la RTP, o la ganancia de jugador.
La RTP de las tragaperras online suele rondar entre el 92% y el 99%, pero en este caso vamos a analizar una tragamonedas con una RTP del 95% y, por lo tanto, un 5% de margen de la casa.
Importe apostado | 100 $ |
Ganancias posibles a largo plazo | 95 $ |
Beneficio posible del casino a largo plazo | 5 $ |
La varianza, o volatilidad, de un juego nos ofrece una idea de la probabilidad que hay de que fluctúe nuestro presupuesto durante la sesión de juego, y del tiempo que podemos esperar que dure.
Una tragamonedas de varianza baja te ofrecerá ganancias pequeñas pero habituales lo que, teniendo en cuenta el margen de la casa, significa que tu saldo no subirá ni bajará mucho.
Una máquina de varianza elevada te ofrecerá menos ganancias, pero de importe elevado, que pueden aumentar tu saldo a niveles astronómicos; sin embargo, estas ganancias son tan poco frecuentes que también corres el riesgo de perder todo tu presupuesto muy rápido.
Si bien no resulta nada fácil encontrar la varianza exacta de un juego, es muy simple ajustarla. La forma más habitual de hacerlo con las tragaperras consiste en alterar el número de líneas de pago. Cambiarla a solo una y aumentar la apuesta por línea significa que las probabilidades de conseguir una ganancia en esa línea son más bajas, pero esta será de un importe más elevado.
Muchas tragamonedas también ofrecen la opción de doble o nada (a menudo en formato de rojo/negro) para cada ganancia obtenida. Esta opción dispara la volatilidad ya que la probabilidad de éxito pasa al 50/50.
Es importante que tengas en cuenta que con esta opción aumentan mucho tus probabilidades de tener pérdidas y que solo deberías aprovecharla si puedes permitirte el lujo de perder el dinero que vas a apostar, como ocurre con todos los tipos de juegos de azar.
¿Cómo serán las tragaperras dentro de 10 años?
Como sucede con cualquier actividad de internet, la tecnología desempeñará un papel clave en el desarrollo de las tragamonedas. Dentro de diez años, es muy probable que los juegos sean muy distintos a los actuales.
Las tragaperras de vídeo, muchas de las cuales ya ofrecen una experiencia de juego emocionante, incorporarán elementos de realidad virtual (RA) para que te sientas como si estuvieras jugando en el interior del juego, y probablemente los carretes se mostrarán en una pared virtual delante de ti, rodeados de un escenario superrealista. Los grandes avances en inteligencia artificial (IA) podrían permitirte interactuar con los personajes del juego, que reaccionarían automáticamente a tus acciones y resultados de la partida.
Ello podría aumentar aún más la complejidad de los bonus y botes, con argumentos y desenlaces adicionales para hacer los juegos aún más emocionantes.
Sin embargo, los juegos más elaborados y complejos también deberán asumir responsabilidades adicionales para proteger al jugador. Un juego más inmersivo podría dar pie a mayores problemas de ludopatía ya que los jugadores se aislarán aún más de la realidad. De hecho, hemos podido ver que varios gobiernos han aprobado nuevas leyes para poner freno al aumento de la adicción al juego, consecuencia del aumento del juego online. De hecho, en algunos países se ha limitado el uso de los bonos de casino y se ha prohibido el uso de tarjetas de crédito.
Es muy probable que dentro de diez años los jugadores se beneficien de una mejora de la seguridad online gracias a una mayor concienciación de estos problemas y que también disfruten de unos gráficos y una mecánica de juego muy superiores.
Sin embargo, lo que sí podemos garantizar es que habrá más casinos online que ahora, como ha sucedido en otros ámbitos de internet. Comprender la finalidad de las tragamonedas y su funcionamiento te permitirá elegir más fácilmente entre la miríada de opciones disponibles y disfrutar de la experiencia de juego seguro que estás buscando.